La plena consciencia es un «estado de consciencia que resulta del hecho de prestar atención, intencionadamente, al momento presente, sin juzgar, a la experiencia que tiene lugar momento a momento» (Kabat-Zinn, 2003)
Una forma de practicar la atención plena es mantener la atención en la respiración, el cuerpo, el movimiento y otras percepciones, y devolver suavemente la mente a esa concentración siempre que la atención difiera. Al practicar la atención plena, uno busca estar presente en lo que está ahí, en el momento «presente», ya sea agradable o desagradable. Entre otros beneficios, desarrolla una actitud positiva hacia los cambios perpetuos en la vida.
Después de dos décadas de práctica y 15 años enseñando meditación, llegué a esta definición condensada que, para mí, cubre la esencia de la práctica. La atención plena es…conscientemente vivir lo que es.
Como nuestra atención puede resistirse o distraerse de permanecer plenamente consciente en el aquí y ahora, he identificado 8 actitudes básicas que ayudan a la mente no entrenada a superar los obstáculos para la consciencia del momento presente:
- la mente abierta, la curiosidad, la mente del principiante
- la aceptación, el abandono, el dejar ir
- la paciencia, la perseverancia
- la ecuanimidad: la percepción directa desprovista de parcialidad, de juicio, interpretación o evaluación
- la empatía, la compasión y el desapego
- la gratitud y el desapego
- la bondad
- el esfuerzo justo
Con la práctica, vivimos cada vez más plenamente en el momento presente y estas 8 actitudes se producen más fácil y espontáneamente.