La estructura de carácter Psicopática

Etiología del carácter psicopático:

Durante las diversas etapas del desarrollo de la personalidad, un niño pequeño está expuesto a muchas tensiones. Uno de los principales es el período edípico.

A nivel biológico, un niño pequeño tiene lo necesario para hacer frente a las primeras manifestaciones de su sexualidad naciente, pero no está preparado para lidiar con la sexualidad de un adulto.

En un carácter psicopático, el progenitor del sexo opuesto se comportó de “forma seductora” hacia él.

Un niño pequeño no puede repeler a su progenitor/progenitora, por una parte porque no es realmente consciente de lo que se está jugando y, por otra parte, porque necesita mantener un vínculo afectivo con él/ella. Por lo tanto, el niño responde espontáneamente a la seducción volviéndose seductor.

Un niño puede tener problemas para distinguir entre realidad e imaginación, entre emoción y acción.

El niño seducido se encuentra atrapado dentro de un triángulo que él siente como muy real: vive con el progenitor del sexo opuesto una historia de seducción y se siente en competencia con el progenitor del mismo sexo.

Para salir de esta situación el niño tendrá que negar todos los sentimientos sexuales, pero también negar todas sus necesidades, dado que necesita estar próximo del progenitor seductor que lo ha puesto en una posición vulnerable.

Aunque el niño niega sus sentimientos, tratará de mantenerse a toda costa en contacto con el progenitor seductor. Esto se puede hacer de dos maneras: volviéndose sumiso o convirtiéndose en dominador.

En un carácter psicopático siempre encontraremos frustración, a consecuencia de una promesa que nunca se cumplió. De hecho, el padre promete: «Si eres amable, te amaré». Esta promesa, repetida muchas veces, lamentablemente nunca se cumplirá. El niño frustrado a pesar de todo quiere creer en la posibilidad de ser amado y comienza a evolucionar en un mundo de ilusiones.

Para salir adelante el niño revertirá los roles: se convierte en psicopático a fuerza de jugar el juego del progenitor: le promete que será el niño ideal, los decepciona y delante de la decepción del progenitor lo promete nuevamente.

Amenazando a la vez con decepcionar y recompensar puede obtener lo que quiera del progenitor.

Atención: la promesa del niño no suele expresarse con palabras.

Se expresará en la forma de comportarse, en sus actitudes, en el tono de su voz…

Estructura energética:

Energéticamente, la cabeza no está conectada al cuerpo y el flujo de energía se interrumpe entre la parte superior y la inferior.

-La parte superior del cuerpo está como hinchada.

La región pélvica se descarga de energía y se comprime fuertemente.

Hay poco contacto con los pies, la carga se retiene hacia arriba.

Se perturban dos funciones fisiológicas:

  • La genitalidad no está relacionada con el resto del cuerpo o con el mundo emocional.
  • La visión, en el sentido de «Ver al otro tal como es» o “ver la realidad tal como es «

La mirada está en otra parte, a menudo con desconfianza.

El carácter psicopático no ve la realidad como se percibe, sino que se aferra a las imágenes preconcebidas que ha hecho de la realidad.

Actitudes y defensas del carácter:

– Mentira y falta de sentido moral: el carácter psicopático no diferencia entre la verdad y la mentira, continuamente miente e incluso puede creer lo que dice.

No sabe diferenciar entre el bien y el mal y, por lo tanto, no siente culpa.

Falta de sentimientos e indiferencia ante la vulnerabilidad de los demás.

En lugar de principios, el carácter psicopático usa el poder como punto de referencia.

-Ni cuerpo ni emociones:

El bloqueo se situa entre la cabeza y el cuerpo. La cabeza se niega a admitir que el cuerpo tiene vida propia.

El carácter psicopático no siente sus emociones: no siente enojo o tristeza y tampoco admitirá que tiene miedo.

– Ausencia del sentido de la realidad:

En su forma más extrema, el carácter psicopático confía en sus ideas y niega la información que le dan sus sentidos.

Objetivos y desafíos del trabajo terapéutico:

Comencemos diciendo que los verdaderos o “puros” caracteres psicopáticos nunca vienen a terapia. Ya que no confían en nadie y no pueden soportar pedir ayuda a nadie.

Por lo tanto, una persona con una fuerte tendencia psicopática es muy difícil de ayudar en la terapia y lo peor que puede hacer un terapeuta es asegurar (prometer) que puede ayudarlo.

El carácter psicopático debe pasar por una renuncia sincera: renunciar a su tendencia a controlar a los demás.

Tendrá que rendirse a su ser profundo, aceptando sentir sus emociones y sentimientos, incluidas sus sensaciones sexuales.

Entonces logrará vivir en la realidad y crear lazos amistosos.

Resumen de la estructura de carácter según Anne Hodiamont, terapeuta bioenergética y certificada en “Energías sutiles” desde 2016. Anne ha estudiado Presencia Integral con Jan desde 2011.

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