La práctica de la Presencia Integral es un camino de crecimiento. Es un proceso de cambio interior que, una vez establecido, inevitablemente se reflejará desde el exterior. Es un viaje de descubrimiento y expansión, que acelera el movimiento natural e inherente de la evolución.
La Presencia Integral tiene 15 niveles de atención:
- La consciencia plena (Mindfulness)
- El alineamiento – intencionalidad
- La respiración
- La integración postural y el movimiento
- La integración psicológica
- La presencia de los otros
- La gestalt o constelación contextual
- Las dinámicas interrelacionales (interacciones entre 2 personas)
- Las dinámicas dentro de las constelaciones (dinámica de grupo)
- Los cuerpos sutiles
- Intercambios energéticos entre las personas
- Los canales energéticos
- Los chakras – centros de energía
- Los cordones relacionales
- El contenido de la transmisión energética
Trabajando los tres primeros elementos de la Presencia Integral (la plena consciencia, el alineamiento y la respiración), accedemos poco a poco a los niveles más complejos y sutiles. Estos tres aspectos representan la base del desarrollo personal, interpersonal y transpersonal. Son los tres puntos de partida indispensable para el fortalecimiento de nuestra presencia en uno mismo, ante los demás y en el universo.
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