INTRODUCCIÓN
Los justos límites no son barreras, todo lo contrario. La ausencia de los justos límites, ya sea confusión, indecisión, exageración u oscuridad dentro de los límites, da lugar a defensas. Entonces son nuestras defensas, nuestras máscaras, nuestras heridas y nuestro yo inferior las que crean barreras y división. Es nuestro ego positivo y funcional el que instala límites ajustados. Guiado por el Ser Superior, él es el hábil navegante que organiza sus límites de acuerdo con las armonías divinas.
Mi experiencia personal, el acompañamiento de miles de personas y la enseñanza de cientos de personas, me confirman constantemente que, paradójicamente, la ausencia de los justos límites da más distancia, separación y oposición entre las personas, mientras que los límites sanos, flexibles, adaptables y claros propician más la cercanía, intimidad y armonía entre las personas.
CARACTERÍSTICAS
- Los justos límites definen nuestro ser individualizado mientras permanecen unificados con el Todo.
- Los justos límites definen nuestra expresión del Ser óptima en el espacio-tiempo.
- Los justos límites son siempre dinámicos. Cambian constantemente según las necesidades, las circunstancias, la constelación relacional y la evolución en cada momento presente.
- Los límites correctos favorecen una organización relacional y social óptima.
- La consciencia trascendente (el Observador Neutral) no está limitada por los justos límites aunque no los ignora. Los trasciende.
- El amor universal de nuestro Ser Superior no está de ninguna manera limitado por los justos límites sin embargo no los invade. Los trasciende.
- Los amores humanos (atracción, pasión, amistad, pareja, filia, lealtad, pertenencia,…) están claramente limitados por los justos límites y esto es parte de la organización relacional y social.
- Los justos límites no implican en ninguna manera la indiferencia. Por el contrario, optimizan nuestra máxima predisposición a ser un instrumento positivo en el espacio-tiempo al servicio de lo divino para el mejor interés de uno mismo, del otro y de todo.
ÁREAS DE RESPONSABILIDAD
Lo que me pertenece…
Soy responsable de…
Puedo transformar, si quiero…
Lo que no me pertenece…
No soy responsable de…
Puedo acompañar o responder a…pero no puedo controlar…
Mis pensamientos
Mi palabra
Mi comportamiento
Mi energía
Mi actitud
Mis heridas
Mis talentos
Mis defectos
Mis elecciones
Mis acciones
Mi voluntad
Mis deseos
Mis necesidades
Mi yo inferior
Mis creencias
Mis opiniones
Mis hábitos
Mis reacciones
Mis respuestas
Mis peticiones
Mis exigencias
Mis máscaras
Mis defensas
Mis emociones
Mis sentimientos
Mi experiencia
Mis ambiciones
Mis expectativas
Mis esperanzas
Mi alineamiento
Mis intenciones
Mis imágenes
Mi visión
Mis ideas
Mis convicciones
Mis valores
Mi fe
Mi carácter
Mi forma de compartir
Mi expresión
Mi canal
Mis chakras
Mis cuerpos sutiles
Los pensamientos del otro
La palabra del otro
El comportamiento del otro
La energía del otro
La actitud del otro
Las heridas del otro
Los talentos del otro
Los defectos del otro
Las elecciones del otro
Las acciones del otro
La voluntad del otro
Los anhelos del otro
Los deseos del otro
Las necesidades del otro
El yo inferior del otro
Las creencias de los otros
Las opiniones de los otros
Los hábitos del otro
Las reacciones del otro
Las respuestas del otro
Las peticiones de los otros
Las exigencias del otro
Las máscaras del otro
Las defensas del otro
Las emociones del otro
Los sentimientos del otro
La experiencia del otro
Las ambiciones del otro
Las expectativas del otro
Las esperanzas del otro
La alineación del otro
Las intenciones del otro
Las imágenes del otro
La visión del otro
Las ideas del otro
Las convicciones del otro
Los valores del otro
La fe del otro
El carácter del otro
El compartir del otro
La expresión del otro
El canal del otro
Los chakras del otro
Los cuerpos sutiles del otro
EL DESPERTAR Y LOS JUSTOS LÍMITES
No despiertos, no somos libres en nosotros mismos. Estamos bajo la influencia de nuestras compulsiones habituales, nuestras creencias inconscientes y nuestras lealtades ciegas.
Despiertos, somos libres de elegir nuestras palabras, pensamientos, creencias, expectativas, ambiciones, intenciones, acciones… No somos libres de sus consecuencias.
Nuestras palabras, pensamientos, creencias, intenciones y acciones son fuerzas creativas individualizadas que dan una señal al universo. Y el universo responde fielmente a nuestras fuerzas creativas individualizadas de acuerdo con las leyes creativas universales. Percibo estas fuerzas universales como justas y bondadosas.
La combinación de ambas crea los resultados. En nuestro viaje de transformación hacia el despertar, podemos aprender a dominar nuestras palabras, pensamientos, creencias, intenciones y acciones, pero no controlamos los resultados. Siempre son una co-creación entre nosotros y las fuerzas universales que son una expresión natural de lo divino.
Podemos aprender las leyes divinas que gobiernan el universo. Podemos elegir las palabras, los pensamientos, las creencias, las intenciones y las acciones que, en co-creación con las leyes divinas, crean los resultados más hermosos y más felices. Tomar tales decisiones es mi definición de sabiduría.
Los resultados de nuestra co-creación divina no nos pertenecen. Pertenecen al Divino Supremo, que es la manifestación divina en los mundos evolutivos en el espacio-tiempo, como nuestro mundo, en la medida exacta en que este mundo se despierta en la Vida y la Luz. Entonces, los resultados nos pertenecen siempre que seamos UNO con el Divino Supremo.
Jan Janssen, 12/2/2018.
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